Recombinación genética


Sexo y reproducción son dos cosas distintas, y muchos microbios son capaces de llevarlas a cabo por separado. Reproducción significa producir descendencia a partir de un organismo; sexo implica recombinar la información genética de dos organismos. En nuestro caso, es imposible separar sexo y reproducción, pues es en el momento en que se fusionan un óvulo y un espermatozoide cuando suceden ambas cosas a la vez: se crea un nuevo ser y se recombina la información genética de sus padres.

Imagen relacionada


Pero muchos microbios (protozoarios, bacterias, hongos y gusanos) son capaces de reproducirse sin necesidad de una pareja y son increíblemente promiscuos sexualmente: son capaces de compartir su información genética no sólo con muchos de sus congéneres, sino también con miembros de otras especies; entre otras cosas, comparten la capacidad de resistir las sustancias antimicrobianas que empleamos para procurar controlarlos. Es más, podríamos decir que la promiscuidad sexual bacteriana va más allá de la tumba, pues al morir una bacteria el ADN que contienen sus genes puede persistir en el ambiente y ser incorporado por otros microorganismos. Se sabe que esto sucede con algunos genes de resistencia antimicrobiana, y que el ADN bacteriano es capaz de sobrevivir al paso por una planta de tratamiento de aguas residuales.



Si deseas saber Cómo funciona tu sistema inmunitario has click AQUÍ.


Referencias bibliográficas:
Sussmann, O., Mattos, L., & Restrepo, A. (2002). Resistencia bacteriana. Univ Med43(1), 20-6.

Betancor, L., Gadea, M. P., & Flores, K. (2008). Genética bacteriana. Instituto de Higiene, Facultad de Medicina (UDELAR). Temas de Bacteriología y Virología Médica. 3ra Ed. Montevideo: Oficina del Libro FEFMUR, 65-90.

Alós, J. I. (2015). Resistencia bacteriana a los antibióticos: una crisis global. Enfermedades infecciosas y microbiología clínica, 33(10), 692-699.

Comentarios

Entradas populares